Cuando voy al supermercado o a alguna tienda, no dejo de fijarme en la inconsciencia con la que compramos cualquier producto que vamos a ingerir o a poner sobre nuestra piel. La gran mayoría de las veces me fijo en las personas, en lo que eligen o en lo que llevan en sus cestas, y lo que veo no me gusta.

No me gusta que cogemos cualquier producto por inercia, bien por el precio o la oferta, o bien porque nos lo han machacado una vez tras otra en medios publicitarios, y si lo vemos anunciado mil veces “será que es bueno, no?” pues NO, no tiene por qué serlo. Luego hay una gran parte de personas que piensan que cuanto más dinero gaste en un producto es porque es de mejor calidad, y no se dan cuenta de que lo que están pagando en realidad son las grandes y costosísimas campañas de marketing, y que, en realidad, el coste de fabricación de ese superproducto es una mínima parte de su precio venta al público.

Pocas veces, por no decir nunca, he visto a alguien mirando la etiqueta de ingredientes del producto que compra. Tengo que decir que me sorprende que no pongamos cuidado en lo que vamos a comer o poner en nuestra piel, es como si nos trajera sin cuidado nuestro cuerpo. Confiamos en que Sanidad vela por nosotros y que si está a la venta es que no causa ningún mal a nuestra salud. Es decir, ponemos nuestra salud al cuidado de empresas y organismos oficiales o no, sin ser conscientes de los intereses económicos que existen en nuestra sociedad.

Deberíamos empezar a pensar que cómo nos queremos a nosotros mismos, nadie nos va a querer, y esto es extensible a todas las parcelas de nuestra vida. Una vez un profesor me dijo “si algún producto mata de repente, es investigado y retirado del mercado, pero si lo hace lentamente, a largo plazo y genera beneficios, no pasa nada” ¡Qué razón tenía!

¿Te has dado cuenta que cada vez existen más alergias e intolerancias alimentarias? ¿No has notado que cada vez más personas sufren de piel atópica y afecciones cutáneas? El cáncer es una de las enfermedades más extendidas en nuestro mundo, junto con otras más o menos graves.

Deberíamos ser conscientes de todo lo que consumimos, velar por nuestra salud, y no dejarla en manos de desconocidos. Nadie nos va a cuidar tan bien como nosotros mismos. Como norma básica, debemos escoger productos lo más naturales posible, libres de petroquímicos, colorantes y conservantes químicos. Cuanto menos procesado esté un producto, mejor que mejor. Y pensemos siempre  que todo lo que ingerimos va a repercutir en nuestro cuerpo y nuestra salud.

Con respecto a la alimentación, sería algo muy básico empezar por desterrar de nuestra despensa cualquier producto refinado y comenzar a usar productos sin refinar. También eliminar los alimentos precocinados y los refrescos gaseosos, plagados de colorantes artificiales y químicos. Comer menos carnes (pobres animales…. cómo les hacen vivir y la de antibióticos, hormonas y demás cosas que les inyectan, que también pasan a nuestro organismo) y más frutas y verduras (si son ecológicas ya lo bordas)…. ah! y no abusar de los medicamentos.

Yo_Marzo_15Con la cosmética y productos de higiene pasa lo mismo, si miramos la lista de ingredientes, nos da un patatus… ¿quién narices entiende eso? Os dejo este link dónde podéis haceros una idea de cómo evitar todos esos ingredientes de los que estamos rodeados y buscar sus alternativas.

Lo mejor es que no uséis productos que contengan Siliconas (Paraffinum Liquidum, Petrolatum), Parabenes (-paraben), PEG, PPG (se usan como emulsinantes), Agentes Detergentes que suelen contener los champús y pastas de dientes (Sodium Laureth Sufate, Sodium Lauryl Sulfate, Ammoniun Lauryl Sulfate), Colorantes (siglas CH y CI seguidas de un número, Acid, Pigment), Ftalatos, Aluminio (Aluminiun Chloride, Aluminium Chlorohydrex, Aluminium Fluoride), Mercurio (productos de maquillaje y desmaquillaje de ojos), EDTA, Triclosan, Octiferol…… la lista es larga y todos estos ingredientes, de una forma u otra nos afectan a la salud. Todos ellos tienen alternativas en la cosmética natural con mejores resultados para nuestra piel y nuestra higiene, pero, lógicamente, mucho menos rentable para la industria.

En NatuCorpore, estamos muy concienciados del panorama que estamos viviendo, y de todos los químicos y productos no deseables que nos rodean, por eso en nuestro Centro de Estética Natural y Bienestar no entra nada que sea levemente sospechoso de que produce daño a nuestra salud. Aquí no tendrás que mirar la lista de ingredientes, ya lo hacemos nosotros por ti. Queremos poner nuestro granito de arena.

Y no pienses que cuidarse de forma natural es más caro, no lo es, pues, para empezar, las empresas que se dedican a productos saludables, no invierten en grandes campañas de marketing, lo que supone un grandísimo ahorro que repercute en la calidad del producto. Puedes sorprenderte de lo barato que puede llegar a ser cuidarte naturalmente y lo que nuestro cuerpo nos lo agradece 🙂

Y tú ¿qué opinas de esto? Deja tu comentario o da tu opinión, ah! y gracias por leerme! 😉

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