¿Calidad, precio o cantidad? Pues sin dudarlo CALIDAD
Siempre he pensado en la importancia de elegir una buena materia prima y que de ella depende el buen resultado de lo que queramos llegar a conseguir, tanto a nivel terapéutico como a nivel cosmético.
Como bien sabéis, si no es así, os informo ahora, siempre me he preocupado en elegir un producto de la más alta calidad, 100% puro y natural, puesto que con ellos elaboro mis fórmulas, tanto para mis tratamientos, como para mi uso personal. Creo que es la base principal para que cualquier fórmula tenga unos resultados óptimos. Debido a esto, solo trabajo con las marcas que me aseguran la procedencia y la no adulteración de las materias primas.
¿Por qué creo que es importante esta entrada en mi blog? Pues porque estoy harta de ver como muchos “profesionales” pasan por alto la calidad de los productos y solo se fijan en abaratar costes, y esto lo que trae, finalmente, es una sensación de que lo “natural no funciona y de que es un engaño”, y realmente lo que no funciona es la mala elección de la materia prima, es más, podemos incluso poner en riesgo la salud si no elegimos primeras calidades y si no extremamos el cuidado en lo que adquirimos.
Un buen ejemplo son los aceites esenciales. ¿Sabes cuáles con los aceites más adulterados? Pues los más vendidos: árbol del té y lavanda. ¿Sabes que, de ser aceites esenciales seguros, cuando están adulterados, pasan a ser todo lo contrario? Pues sí, efectivamente estas dos joyas que nos brida la naturaleza y que tantos beneficios nos pueden reportar, son de los más adulterados y, debido a esta adulteración, resulta que pueden ser incluso peligrosos para nuestra salud. Otro comúnmente adulterado es la Rosa Damascena, y es que éste aceite es sumamente caro, debido a que se necesitan hasta 5 toneladas de pétalos para conseguir un litro de aceite esencial. Si lo encontráis muy barato, desconfiad, pues no es puro. Los 3 ml de Rosa puede rondar los 100€. Por cierto, es el mejor antiarrugas que existe, además de que su aroma es sumamente cautivador 🙂
Los aceites esenciales son la esencia de la planta, son terapéuticos, y algunos pueden llegar a tener más de 300 formas moleculares diferentes, cada una con su propiedad, con lo cual, si no nos aseguramos de adquirir un aceite esencial puro, lo que va a pasar es que su forma molecular no va a ser la que sería en origen, además de que, como no sabemos con qué está adulterado, no podremos averiguar cómo va actuar sobre nuestro organismo. Por lo tanto, lo mejor es ir a marcas que nos aseguren la procedencia del aceite esencial, que esté quimiotipado (que especifique su raza química, es decir, la molécula con más presencia), que aparezca su nombre en latín, y que nos detallen qué parte de la planta se ha destilado, así como su forma de obtención. Ten en cuenta que los aceites esenciales, debido a su bajo peso molecular, son rápidamente absorbidos por la piel y en poco tiempo están en tu torrente sanguíneo, así que mucho cuidado a la hora de elegirlos.
Las mantecas y aceites vegetales, aseguraos de que sean virgen y primera presión en frío. Si son bio, mucho mejor. Cuando compras una manteca o aceite refinado ha perdido todas sus propiedades, con lo cual ya no vamos a obtener los beneficios que inicialmente obtendríamos, eso sí, el precio es mucho más bajo, ya que su rendimiento es mucho mayor.
Nunca compres aceites vegetales, esenciales y mantecas de dudosa procedencia y sin un etiquetado correcto. Si lo haces te arriesgas a que los resultados no sean los que esperabas.
Yo, personalmente, elijo solo marcas de confianza y exijo la primera calidad en todos los productos, pues de ello depende el resultado de cualquier fórmula. Un indicativo de que un producto no está adulterado, es que pueda ingerirse, es decir, que en la caja ponga “USO ORAL”. Con esto no quiero decir que te los vayas a comer sin la supervisión de un profesional que te los paute, algo sumamente importante en el caso de los aceites esenciales, pero sí te da la seguridad de que estás eligiendo un producto totalmente confiable y que los resultados que vas a tener usándolo son los que esperas.
Cuando vayas a comprar dos productos similares con precios dispares, no te preguntes por qué uno es mucho más caro, pregúntate por qué el otro es infinitamente más barato (no apliques esta comparación a la “alta cosmética” en comparación con la natural, porque la respuesta estaría en el marketing, jejejeje). Un ejemplo muy claro lo tienes en los dentríficos y champús naturales en comparación con los comerciales, los últimos son más baratos porque utilizan derivados de la industria petroquímica que son sumamente más baratos y rentables, pero nada saludables.
¿Has tenido alguna experiencia con algún “producto natural” que no ha cubierto tus expectativas? Si es así, deja tu comentario. Si necesitas asesoramiento, tampoco dudes en pedirlo.
Espero que esta entrada sirva para que tomemos conciencia de que es muy importante elegir bien nuestros productos y materias primas, pues de ello no solo va a depender el resultado obtenido, sino que también dependerá el que no arriesguemos nuestra salud.
Esperamos que las informaciones ofrecidas por NatuCorpore, Centro de Estética Natural y Bienestar te sean de utilidad. Queremos que ayudarte a que te cuides de forma Natural y Aromática. Puedes dejar tus dudas o comentarios, contestaremos lo antes posible. Gracias por leernos!!
Lola Pérez
Centro de Estética Natural y Bienestar
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Lola, muchas gracias por el post que has hecho. Antes de conocerte había recibido tratamientos supuestamente naturales pero no notaba ningún cambio sustancial en el aspecto de mi piel. Desde que voy a tu centro y me haces tu los preparados para el rostro y el cuerpo, menuda diferencia!!
Gracias Marta por compartir tu experiencia. Ya sabes que todo lo que se hace con amor y buenos productos triplica los resultados. Un fuerte abrazo!! Nos vemos pronto 🙂
Hola Lola, muy buena entrada! Estoy totalmente de acuerdo. Hoy en día los clientes muchas veces se centran únicamente en el precio y cuando les hablas de un cosmético lo primero que te preguntan es ¿y de precio que tal? Es muy comprensible, porque hay productos con un precio que no todos nos podemos permitir, pero para poder evaluar si el precio es justo, primero hay que saber de qué está hecho, si es un aceite si es puro o está adulterado y si es cualquier otro cosmético qué ingredientes contiene. Las marcas como dices, muchas veces debido a esto reducen la calidad de las materias primas para abaratar el precio del producto final. El consumidor debe ser educado en este sentido. Me ha gustado mucho. Comparto 😉
Hola Judith! Qué bien que te haya gustado. Es cierto, pero no solo los clientes son los que no tienen en cuenta las calidades, también el profesional, que tiene que saber asesorar y tener en cuenta las calidades de lo que ofrece. Respecto a los cosméticos y a los compuestos, somos nosotros los que tenemos que intentar concienciar al cliente qué es lo que es perjudicial para su salud. Lamentablemente, también hay mucha adulteración en los productos naturales y es ahí donde tenemos que poner especial cuidado, en España todavía tenemos mucho camino por recorrer en este sentido, y empezar a ponernos al nivel de otros países del resto de Europa. Gracias por compartir!!! un fuerte abrazo!! 🙂