Hoy queremos dar a conocer las bondades de uno de los aceites esenciales más conocidos, el aceite esencial de Árbol del Té.
No tiene nada que ver con el té. Se trata de un árbol australiano, la Malaleuca de Australia. Es un árbol muy resistente que crece en terrenos pantanosos y que se multiplica espontáneamente. Se trata de un remedio antiquísimo, los aborígenes australianos ya lo utilizaban 40.000 años antes de nuestra era para tratar afecciones cutáneas.
Ningún aceite esencial es antiséptico a la vez que regenerador, y demás respeta las mucosas, de ahí su gran valor.
Su uso está justificado en todos los trastornos producidos por una infección. Es un aceite de amplio espectro : antivírico, antimicrobiano, antifúngico y antiparasitario. Es un inmunoestimulante muy poderoso, cuando el organismo se ve amenazado por una bacteria, hongo o virus, el Árbol del Té aumenta su capacidad de respuesta frente a éstos. Otra de sus propiedades es que es radioprotector, especialmente útil para proteger el tejido cutáneo de radiaciones nocivas de cualquier tipo.
Sus usos más habituales:
- Piel: abscesos, acné, pie de atleta, ampollas, quemaduras, herpes, caspa, picaduras de insectos, pieles grasas, erupciones cutáneas, granos, verrugas, heridas infectadas.
- Aparato respiratorio: asma, bronquitis, catarro, tos, sinusitis, tuberculosis, tos ferina.
- Aparato génito-urinario: candidiasis, vaginitis, cistitis, pruritos.
- Sistema inmunológico: resfriados, fiebre, gripe, enfermedades infecciosas como la varicela.
Puede ser utilizado en caso de urgencia para evitar una infección en una herida o quemadura, pudiendo ponerlo puro directamente en la herida abierta.
Para uso dermocosmético, es sumamente eficaz en pieles mixtas, grasas y seborreicas.
Aunque se trata de un aceite no peligroso, cabe reseñar que puede irritar pieles sensibles cuando se utiliza puro o durante mucho tiempo, por lo tanto si ese es nuestro caso, procuraremos diluirlo en un aceite vegetal al 50%. El aceite vegetal a utilizar dependerá del uso que vayamos a darle, pudiendo ser desde aceite de almendras dulces para una aplicación corporal o bien jojoba para una aplicación facial.
Su fragancia es fuerte y puede haber a quien le desagrade, pero para conservar sus propiedades y camuflar su olor, podemos mezclarlo con unas gotas de aceite esencial de ilang-ilang, con un olor floral sumamente agradable. Las propiedades de este aceite esencial también son múltiples, entre ellas están las de antiséptico, estimulante circulatorio, antiseborreico, antiinfeccioso, antidepresivo…. Se trata de un aceite esencial muy apreciado por la industria de perfumes y cosméticos.
En el tratamiento del acné el Árbol del Té nos va a ser de gran ayuda, ya que, debido a sus propiedades, nos va a ayudar a luchar contra la bacteria que provoca esos indeseables granos. Así, lo podremos usar junto con otros aceites vegetales, aceites esenciales, hidrolatos y arcillas en lociones limpiadoras, cremas y mascarillas.
En la lucha contra los piojos mezclaremos 10 gotas de aceite esencial de Árbol del Té + 10 gotas de aceite esencial de Geranio en 100 ml de champú base.
Aunque tanto el aceite esencial de Árbol del Té como el Ilang-Ilang no son tóxicos ni irritantes y tan solo el del Árbol del Té puede provocar alguna sensibilización en algunas personas, no se recomienda su uso en los tres primeros meses de embarazo.
Recordemos que tenemos que hacer un uso responsable de los aceites esenciales y conocer siempre la toxicidad de los mismos para poder beneficiarnos al máximo de ellos. Un mal uso puede darnos más de un susto.
Esperamos que las informaciones ofrecidas por NatuCorpore, Centro de Estética Natural y Bienestar te sean de utilidad. Queremos que ayudarte a que te cuides de forma Natural y Aromática. Puedes dejar tus dudas o comentarios, contestaremos lo antes posible. Gracias por leernos!! 🙂
Centro de Estética Natural y Bienestar